¿Qué es la disfagia?

¿Qué es la disfagia?
La disfagia es la dificultad para llevar de forma segura los alimentos sólidos, líquidos, medicamentos e incluso la saliva desde la boca al estómago.
¿Qué problemas de salud puede causar?
- Atragantamientos graves
- Infecciones respiratorias
- Deshidratación
- Desnutrición
- Muerte
¿Qué pasos hay que seguir si sospecho que tengo disfagia?
Lo primero que hay que hacer es dirigirse al médico de cabecera.
Si perteneces a una asociación, también tienes que contactar con el médico, logopeda, enfermero u otros especialistas en disfagia.
Adaptaciones durante las comidas:
- Textura de los alimentos:
Los cambios de textura de los alimentos sólidos y líquidos deberán ser personalizados y pautados por médicos o logopedas.
- Tamaño de los cubiertos:
Para garantizar la seguridad se deberá controlar la cantidad e alimento en la boca. Siendo a mayor cantidad mayor riesgo.
- Productos de apoyo:
El uso e vajilla, cubiertos y otro tipo de materiales adaptados favorecerá la autonomía personal. Te informará sobre estas herramientas un terapeuta ocupacional.
Signos de alerta de disfagia
- Tos durante o después de las comidas
- Obstrucciones de las vías respiratorias
- Neumonía o infecciones respiratorias recurrentes
- Cambios en la voz, ojos llorosos y carraspeo recurrente
- Mayor duración de las comidas
- Dificultad de masticación, lateralización y rotación de la lengua
- Sudoración, ojos llorosos, malestar
- Babeo frecuente y/o mucosidad abundante
- Degluciones fraccionadas
- Dolor o dificulta para tragar
- Dificultad para limpiar los restos de comida presentes en la boca
- Regurgitación y reflujo nasal
- Atragantamientos y/o aspiraciones
- Cambio de hábitos alimenticios o rechazo de alimentos que antes eran aceptados
- Cambio del color de las puntas de los dedos y los labios
- Febrículas o infecciones respiratorias recurrentes
A continuación piensa sobre los siguientes enunciados y responde con “SI” o “NO”
- Comer fuera de casa me supone un esfuerzo extra para tragar la comida y la bebida
- La hora de la comida no es agradable, sino un momento que me produce angustia y estrés
- Me resulta difícil tragar alimentos, bebidas o medicamentos
- Siento dolor al tragar o que la comida se queda en la garganta
- Babeo, toso o carraspeo después de tragar el alimento
- He tenido infecciones respiratorias (continuos resfriados) o fiebres frecuentes
- He perdido peso en los último meses
Si has respondido “SI” a alguna de las anteriores frases, consulta a tu médico o profesional de la salud más cercano